PORQUE TODOS TENEMOS ANTOJOS

jueves, 4 de noviembre de 2010

El Bar de la Soledad.

La vio por primera vez en un bar cercano a la facultad. Era de esos bares antiguos que rodean los centros de estudiantes pero en los que, paradójicamente, nunca había ningún alumno estudiando. La clientela consistía en borrachines, hombres insatisfechos, mujeres descuidadas, viejitos aburridos y jóvenes melancólicos.

"El bar de la soledad", lo había bautizado él. Entonces, aprovechaba el silencio del lugar para ir a estudiar sin tener que saludar a nadie y entablar una charla obligada.

Ella siempre se sentaba en una mesa al lado de la ventana sucia, pedía un cortado y se ponía a mirar hacia la calle. Apoyaba el celular en un costado y lo utilizaba de reloj. Sacaba un libro y se ponía a leer. De vez en cuando, con un lápiz hacía anotaciones al margen o subrayaba renglones. Tomaba un sorbo del café y miraba el teléfono.

Así cada vez.

Él estaba obsesionado con esa bella lectora de ojos cálidos. Era serenamente hermosa y tenía un cabello que olía muy bien y unas manos muy suaves. Claro, que todo esto lo imaginaba mientras la miraba.
A veces, ella movía ligeramente los labios, como si la frase que estuviera leyendo mereciera ser dicha además de ser leída. A él le encantaba que ella haga eso, como si le estuviera diciendo un secreto al oído.

Todos los días se decía a si mismo: "hoy le digo que la quiero". Pero no. Se levantaba antes que ella y se iba sin hablar. Y volvía a su casa mansa, a su mujer, a sus hijos, a su vida. Y sabía que iba a llegar a su hogar y conversaría y reiría con sus niños, besaría a su esposa y ella comenzaría a hablarle, a contarle sus cosas, que cenarían, que mirarían la televisión, que se irían a dormir y tal vez, con suerte, harían el amor.

Sin embargo, la chica de la ventana habitaba en su cabeza.

“Mañana le digo que la quiero, que no puedo dejar de pensar en ella. Que me diga su nombre y me cuente sobre lo que está leyendo.”


Y por supuesto, ya sabrán como termina esta historia. Fue contada demasiadas veces.

1 comentario:

  1. Buaaaaaaaaaaaaaaaaaaa..........

    ando sensible y cundo escribís así me agarra estruje de corazón....

    Baciiiiiiiiiiiii

    snif

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Acá nos tratamos con respeto.